La madera y derivados son materiales higroscópicos, es decir absorben o ceden humedad en función de la temperatura y humedad del local en que se encuentran y en consecuencia el parquet podrá disminuir o aumentar de volumen.

El acabado que reciben los parquets y tarimas ( barnices, tintes, aceites, ceras etc..) es sólo una protección relativa frente a la absorción o cesión de humedad del aire por parte del pavimento.

Un estado de humedad relativa del el local por encima de 65º durante 15 días, puede provocar una absorción de humedad excesiva del pavimento (contracción ó hinchamiento). Por el contrario un estado de baja humedad relativa por el mismo periodo por debajo de 35º, puede provocar una perdida excesiva de humedad del pavimento (dilatación ó estrechamiento).

Evite, por tanto que la madera sufra cambios bruscos de humedad y temperatura, por lo que se recomienda que las viviendas se mantengan entre 18 y 22º C de temperatura y entre el 40 y 60% de humedad relativa.

Es necesario prever el acondicionamiento adecuado (ventilación, calefacción, protección contra la incidencia directa de la radiación solar, etc…) de los locales para que el parquet no se vea sometido a variaciones indeseables del contenido de humedad y por tanto a variaciones dimensionales no previstas.

Ejecutar adecuadamente la colocación de un pavimento de madera es la primera condición, pero no la única, para disfrutar del mismo.

Para mantener unas condiciones óptimas de habitabilidad les recomendamos:

  • No abusar de la calefacción en invierno (no pasar de 22º C si es posible)
  • Usar humidificadores para mantener una humedad constante = con sistemas de calefacción de radiadores: depósitos plásticos con agua delante de ellos y en sistemas de calefacción de suelos o techos radiantes: con humidificadores eléctricos.
  • Ventilar a diario la vivienda.
  • No dejar el piso cerrado periodos largos, deje siempre algo de ventilación.

Estas condiciones serán asumidas por el que posea la vivienda en cada momento.